Hortencio 86

Paso, paso, alto. Voltea a la izquierda, voltea a la derecha. No hay nadie.
Paso, paso, alto. Voltea a la derecha.
¡Oh nos vieron!
Corre, corre. Esquiva un balazo.
¡Oh me dieron en la cola!

"¡Hortencio, no te mueras!"

Queda claro que mi dueño es el mejor espía.
No se como fui a parar con un inepto como este. Me hubiera quedado en la granja.

Tres secretos

1. Mi perra es prostituta por las noches.
2. Tengo tres ojos.
3. Me acabo de enterar que Kyoto y Tokyo tienen las mismas letras.
   

1. Porque así lleva las croquetas a la mesa.

2. Tengo tres ojos porque algunos tenemos que nacer deformes.

3. Me acabo de dar cuenta! Lo descubrí porque no tenía nada mejor que hacer durante la clase de matemáticas.

• Yo corro por las calles tratando de esquivar las jícamas, entro a la estación del metro, compro un boleto, compro un chocolate. Me subo al metro, vagón 103, tomo asiento junto a un vagabundo que huele a pollo cantones.
• El corría por las calles tratando de esquivar las jícamas, entro a la estación del metro, compró un boleto, compró un chocolate. Se subió al metro, vagón 103, tomo asiento junto a un vagabundo que olía a pollo cantonés.

• Correrás por las calles y trataras de esquivar las jícamas, entraras a la estación del metro, compraras un boleto, compraras un chocolate. Te subirás al metro, vagón 103, tomaras asiento junto a un vagabundo que olerá a pollo cantonés.

El hombre que llegaba cinco minutos tarde a todas partes.

Cinco minutos, si no hubiera dormido cinco minutos de más, no hubiera perdido el camión que me llevaría al trabajo.

Trescientos segundos que me hicieron perder mi trabajo. Trescientos segundos que me salvaron la vida.

Si no hubiera llegado tarde, tal vez en este momento seria uno de los pasajeros de aquel camión que se estampo contra el edificio donde trabajaba.

Pero no. Me quede dormido y tuve que pagar un taxi, que por cierto no fue muy barato.

Aire

Aire que viaja.

Aire que recorre el mundo

No solo soy viento, soy algo más.

No tengo peso, solo estoy ahí, estático o en movimiento.

El asesino serial de vacas

Martes.

Corría detras de una hamburguesa gigante, como lo habia hecho todos los martes durante el ultimo mes. Era un sueño recurrente. Comenzaba a creer que me habia quedado atrapado en una de esas peliculas de bajo presupesto que tanto odio.

''¿Eso es todo lo que recuerda?'' pregunto el hombre sentado frente a mi. Se hacia llamar detective, y lo unico que habia hecho durante las dos horas que llevaba sentado en ese pequeño cuarto, era hacer la misma pregunta : ¿Eso es todo lo que recuerda?

Estaba cansado de repetirle lo mismo una y otra vez. Me dolía la cabeza, tenia hambre, y por extraño que suene, quería darme un baño. Y lo único que este ''detective'' hacia era preguntarme si recordaba algo más.

¿Cómo se suponía que iba a recordar algo máas si soy sonámbulo? O al menos eso me había dicho mi hermana, que, supuse tenía razón, pues me había dicho que la otra noche había escuchado ruidos en el pasillo que separa mi habitación de la suya. Se levantó, solo para verme teniendo una conversación sobre como odiaba el olor de la anestesia, con el marco de la puerta de mi cuarto.